Coincidiendo con su elección este año como Capital Americana de la Cultura, Quito fue sede hace unos días de la feria CULTOUR, un evento que le ayudó en la promoción de sus indiscutibles valores históricos, culturales y artísticos y contribuirá a la creación de paquetes turísticos enfocados en esa gran riqueza. Sobre los aportes que esta feria dejó a esa ciudad y el innovador proyecto de desarrollo del turismo que propone Ecuador, Caribbean News Digital conversó con el ministro Ehlers.
¿Qué ha significado para Ecuador la celebración de CULTOUR en Quito, teniendo en cuenta que la feria dio a conocer toda la oferta cultural y turística de esta ciudad?
-CULTOUR es un evento muy importante. Esperamos que se genere mucha actividad turística a partir de esta feria, y sobre todo que sea un turismo consciente. Ecuador está proponiendo –y la OMT apoya esta idea– que el turismo sea la base del desarrollo humano, un turismo de conciencia que incluya el turismo ético, responsable, sostenible, pero que vaya más allá, hacia la experiencia del ser humano que en contacto con la naturaleza y la cultura se da cuenta de que forma parte de la naturaleza, que es un ser privilegiado por sus capacidades y que está obligado a vivir en armonía con los otros hombres y con la naturaleza.
El turismo puede hacer mucho por la paz del mundo, por el entendimiento entre los seres humanos. El turismo es mucho más que un negocio, pues nos da la capacidad y la posibilidad de reconocernos entre los seres humanos, entre nosotros y con respecto a la naturaleza.
¿Cree que una feria dedicada al turismo de cultura como CULTOUR puede propiciar un mayor desarrollo para el país, y que es recomendable para otras naciones que quieran que su cultura sea fuente de ingresos turísticos?
-Así es, pues es el turismo cultural, es el comunitario, el vinculado a la arqueología, a la naturaleza, a las fiestas populares el que se incentiva con esta feria. CULTOUR tiene un gran futuro y debe ir consolidándose cada vez más. Para nosotros es muy importante que aquí, en el centro del mundo, en Quito, este evento haya unido a decenas de compradores y vendedores de paquetes culturales.
Ecuador es un paraíso gastronómico, pero aún no existe la Academia de la Gastronomía Ecuatoriana. ¿Considera que sería una buena idea establecer este tipo de institución en el país?
-Sería una magnífica idea, porque la variedad geográfica de Ecuador y sus pueblos hace que haya una riqueza gastronómica inmensa; tenemos, por ejemplo, cientos de tipos de sopa. En ese sentido, creo que debemos aprender de los hermanos peruanos para hacer de la gastronomía una fuente de riqueza turística, pues ellos son una potencia en ese campo.
Este año precisamente un joven chef del norte de Ecuador ganó el premio al mejor libro de chefs de toda América Latina. Esto muestra que entramos en una etapa de cocina no solo basada en lo auténtico, sino que tiene una proyección universal. Así, que creo que en el futuro se hablará muchísimo de la gastronomía ecuatoriana.
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