Literatura


La literatura ecuatoriana se ha caracterizado por ser esencialmente costumbrista y, en general, muy ligada a los sucesos exclusivamente nacionales, con narraciones que permiten vislumbrar cómo es y se desenvuelve la vida del ciudadano común y corriente. De manera muy certera, podría decirse que Ecuador no ha dado literatos cuyos libros se vendan masivamente a nivel mundial. Pese a lo anterior, algunos escritores ecuatorianos han logrado ser medianamente conocidos en el contexto internacional, especialmente en los países hispanohablantes o iberoamericanos. Entre éstos tenemos a Jorge Icaza, Juan Montalvo, José de la Cuadra, Pedro Jorge Vera, Pablo Palacio, Demetrio Aguilera Malta, Alfredo Pareja Diez Canseco, Adalberto Ortiz, Nelson Estupiñán Bass, Francisco Tobar García, Alfonso Rumazo González, Alicia Yánez Cossío, José Martínez Queirolo, Javier Vásconez, Miguel Donoso Pareja, Jorge Enrique Adoum, Carlos Carrión, Agustín Cueva, Eliécer Cárdenas, Edna Iturralde, etcétera. Uno de los aspectos más interesantes de las letras ecuatorianas, es que éstas han producido una cantidad notable de buena narrativa, con autores que lograron fotografiar la idiosincrasia criolla y plasmarla en sus relatos. Nadie podría decir, pese a la crudeza de su contenido, que por ejemplo las novelas de Jorge Icaza no son un retrato muy hábilmente fabricado de las horribles penurias del indígena de la sierra ecuatoriana. Icaza traslada al lector al escenario que describe e incluso utiliza el mismo lenguaje que tienen los protagonistas en la vida real.

Pero la literatura ecuatoriana no se limita únicamente a Icaza y el indigenismo. También existen otros grandes expositores de la misma, como Alfredo Pareja Diez Canseco, quien destacó más que nada como novelista. Éste, en contraposición a Jorge Icaza, creó novelas esencialmente urbanas, en las que aflora la denuncia social. También fue un gran historiador. Si seguimos en la senda de los novela dedicada a la denuncia social, es imprescindible nombrar a Joaquín Gallegos Lara, cuya obra, aunque breve, es magistral al aludir a los problemas que agobian a la clase obrera y la brutal explotación que ésta sufre a manos de empresarios inescrupulosos. En "Las cruces sobre el agua" narra la peor masacre obrera ocurrida en la historia del Ecuador (1922). Demetrio Aguilera Malta, en cambio, fue más que nada un novelista costumbrista aunque también muy multifacético. En sus escritos describió al "montubio", el típico campesino mestizo de la costa ecuatoriana. Entre las mujeres que escriben está Alicia Yánez Cossío, dueña de una considerable producción narrativa, en la que se incluye la novela "Sé que vienen a matarme", una excelente biografía del tirano Gabriel García Moreno y sus crueles e inhumanos excesos mientras era presidente de Ecuador.

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